El arte rupestre constituye el testimonio gráfico que ha llegado desde los grupos más antiguos. Su naturaleza suele ser vulnerable por lo que su conservación y preservación es ineludible, considera el arqueólogo Leonardo López Luján, coordinador del ciclo que, en esta ocasión, está dedicado al arte rupestre en México.
Durante la sesión, en la que participa junto a María del Pilar Casado López, doctora en Prehistoria por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza, España, se hablará de las investigaciones en torno a las icónicas pinturas de la Sierra de San Francisco, incluidas en 1993 en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Se revisarán los sitios emblemáticos del norte continental, así como de la riqueza de grabados en el occidente. Se observarán los sitios en la franja centro-norte que amalgaman corrientes del arte rupestre de cazadores-recolectores del norte y de grupos agrícolas.
La también arqueóloga es actualmente investigadora en el Instituto Nacional de Antropología e Historia, en la Dirección de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos, donde coordina el Proyecto Atlas Nacional de Pictografías y Petrograbados. Su área especial de investigación es el arte rupestre, tema de esta conferencia.
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